"Este
metal es fundamental para entender las sociedades modernas. Sin él
no se podría producir de una forma económica todas las máquinas
que nos rodean y las cosas que se pueden producir con ellas".
Eso dice la Wikipedia del tungsteno, sin embargo para la
mayoría de los mortales sólo es uno de los tantos elementos de la
tabla periódica que había que fumarse en
clase de Química.
Según parece
está presente en muchas cosas. El ejemplo más simple son las
lamparitas de luz, pues de ese material está hecho el frágil
filamento que ilumina. También se lo utiliza en la elaboración de
bujías, instrumentos odontológicos, puntas de lapiceras, puntas de
proyectiles antitanque, brazaletes, anillos, relojes y plomadas para
pescar.
Parafraseando
la Wikipedia se puede decir que el tungsteno es un metal escaso, de
color gris acerado, muy duro y denso, que se encuentra en forma de
óxido y de sales combinado con otros elementos en ciertos
minerales,. Además es el metal que tiene el punto de fusión más
elevado y el elemento que tiene el punto de ebullición más alto.
Más allá de
aprovechar la ocasión para desasnar un poco, seguramente a la
mayoría el tungsteno solo le retrotrae a la dichosa tabla periódica
de los elementos conformada por decenas
cuadraditos de colores con letras grandes y números casi minúsculos.
En contadas ocasiones, algunos de esos símbolos persisten en
la memoria a fuerza de hacer crucigramas.
Pero hete aquí
que si uno observa todos los símbolos de la citada tabla y pretende
deducir cuál le corresponde al elemento referido, seguramente nunca
llegue a la solución correcta. Sucede que el símbolo en cuestión
no sólo no empieza con T, sino que no tiene ninguna de las
letras de su nombre, aunque esta afirmación es un poco tramposa.
Ocurre
que el tungsteno tiene dos nombres. O tenía. O tiene. Es algo que
todavía está en discusión. Aunque desde 2005 la Unión
Internacional de Química Pura y Aplicada
(IUPAC)
sólo admite tungsteno,
hay quienes siguen utilizando su otro nombre, de origen alemán, a
diferencia del primero que proviene del sueco.
Mientras que
tungsteno se afincó en Francia e Inglaterra y desde ahí se
propagó a gran parte del planeta, parecería que el nombre alemán
solo se extendió a España y luego al resto de países de habla
hispana.
Es por eso que
si uno intenta deducir cuál es el símbolo del tungsteno viendo la
tabla periódica difícilmente llegue a él. Salvo que siga el camino
teutón, ya que en dicho país el nombre inicial fue wolfram,
que se castellanizó como volframio o wolframio. De ahí que en la
tabla periódica no existan dudas. Se llame como se llame, el
elemento número 74 tiene la inmensa fortuna de disponer del mejor
símbolo de todos. Como dice la canción: ¡Y ya lo vé, y ya lo vé,
acá está la W!